La Edad Media en España

La Edad Media española se caracteriza fundamentalmente por la convivencia de tres culturas durante más de siete siglos: musulmanes, judios y cristianos forman una sociedad única en el mundo europeo medieval que perdurará hasta la llegada de la Edad Moderna y dará a la cultura española gran parte de sus peculiaridades.

Durante la Edad Media, España recibía la llegada de diversos pueblos y culturas que se suceden y conviven enriqueciéndose con mutuas influencias.

Los reinos musulmanes serán territorios eminentemente urbanos y basados en el comercio. Los reinos cristianos conservarán durante mucho tiempo una estructura rural y feudal organizada en torno a los monasterios, las iglesias y castillos.

Los musulmanes aportarán un bagaje cultural extraordinario en todos los ámbitos del conocimiento. Los cristianos recibirán la influencia europea a través de las peregrinaciones del Camino de Santiago y las distintas órdenes religiosas.

 

1. Música vocal religiosa.

La primera manifestación importante de música religiosa de la península es el canto mozárabe que tiene su origen en el período visigodo y será practicado más tarde por los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán.

Es un canto de tradición oral que posee unas características musicales similares al canto gregoriano : textura monódica, utilización de escalas modales, texto en latín y ritmo libre en función del fraseo y la expresión de los versos.

El canto gregoriano fue extendiéndose paulatinamente desde el comienzo de la reconquista hasta su imposición definitiva en el año 1085, ordenada por el rey Alfonso VI tras la toma de Toledo.

 

2. Música vocal profana.

LLos reinos musulmanes mantendrán su tradición popular en un repertorio musical que conocemos con el nombre de MÚSICA ANDALUSÍ O ARÁBIGO-ANDALUZA.

Aquí te dejo un ejemplo de esta música:

 

 

La principal forma de canción es  la nawba: De carácter popular con formas de estrilbillo y basada en la improvisación vocal e instrumental sobre unos determinados esquemas melódicos. 

 

 

 

Los reinos cristianos recibían la práctica de la lírica trovadoresca a través del Camino de Santiago, reflejando las características típicas de las canciones de los trovadores en un repertorio de canciones de divera temática que conocemos con el término genérico de CANTIGAS y que utilizan como lengua el galaico-portugués propio del noroeste de la Península.

Los principales testimonios que conservamos se está música son las Cantigas de amigo de Martín Codax y las Cantigas de Santa María.

 

 

            Las Cantigas de Santa María. Alfonso X el Sabio.

Es una colección de 417 canciones dedicadas a la Virgen.

En cuanto a su autor, los códices y la tradición presentan al rey Alfonso X como su único compositor. Se sabe que Alfonso X participó activamente en el arte de trovar (como mecenas y como autor de canciones galaico-portuguesas), que puede ser que otros autores colaboraran con el rey para la composición de diversas piezas. De todas maneras no ha sido identificado ninguno de ellos con seguridad.

Están escritas en notación mensural y utilizan estructuras populares de estribillos y estrofas con melodías sencillas en estilo silábico.

Atendiendo al contenido del texto,  se dividen en dos grupos:

-Cantigas de miragre: relatan milagros obrados por la Virgen.

-Cantigas de Loor: cantos de albanza a la Virgen.

Además, las Cantigas de Santa María conforman con sus miniaturas un documento esencial para conocer los instrumentos de la época. Te dejo un video que es buen ejemplo de estas minuaturas con el que comprobarás su importancia a la hora de estudiar los instrumentos de la época:

 

Las Cantigas de Amigo. Martín Códax.

Son canciones de amor escritas en lengua galaico-portuguesa que utilizan formas sencillas de refrán, con el último verso del pareado repitiéndose en el primero del pareado siguiente.

 

Martín Codax fue un trovador gallego del S. XIII. Sus cantigas constituyen el documento más antiguo de música profana de la península.

 

3. La polifonía.

  • La polifonía primitiva

En España tenemos noticia de la existencia de la polifonía desde el S. XI cuyo desarrollo será parejo al resto de Europa.

 

Durante el S. XII, las técnicas polifónicas provenientes del monasterio accitano de San Marcial de Limoges tuvieron una gran acogida en España, gracias sobre todo a la penetración de masnuscritos por la vía del Camino de Santiago de Compostela. El más importante de todos es el Codex Calixtinus, de la catedral compostelana.

  • El Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela que contiene  el primer ejemplo de polifonía a tres voces en una canción de peregrinos. La cronología del manuscrito lo sitúa en la primera mitad del S. XII (hacia 1140), fecha paralela a la de los manuscritos del monasterio occitano de Limoges. Contiene 21 obras polifónicas y otras muchas de monodia litúrgica o paralitúrgica. El manuscrito es un manual de uso para el peregrino que incluye al final los oficios de la liturgia de la fiesta del apóstol Santiago, donde se recogen las piezas polifónicas. La elaboración del códice (de ahí su nombre) se atribuye al papa Calixto II (+1124). Cada pieza lleva indicado el nombre de un supuesto autor, pero estas atribuciones no son fiables, pues, con el mecenazgo del papa, son utilizadas por el compilador con la intención de dar prestigio al códice y a las obras que incluye.

 

 

  • EL Códice de las Huelgas, compuesto para el uso litúrgico de dicho monasterio cisterciense burgalés. Es, pos sus características musicales de notación y contenido, uno de los más importantes manuscritos europeos que se conservan de esta época. Es un libro de cantos para las fiestas solemnes del monasterio,

 

  • El Llibre Vermell, copiado a finales del S. XIV. Se trata de un manual de devotos para uso y distracción de los peregrinos que acudían al Monasterio de Monserra; incluye varios cantos no relacionados directamente con la liturgia de Nuestra Señora. Contiene 6 piezas polifónicas: tres en forma de caccia a dos y tres voces y otras tres cantilenas, asimismo a dos y tres voces. El Llibre Vermell (llamado así por el color rojo de su encuadernación) es también importante por tratarse del único códice medieval español que incluye piezas polifónicas de carácter extralitúrgico, destacando la canción Imperaytriz, primera obra polifónica española que se conserva en una lengua peninsular (catalán).